miércoles, 10 de junio de 2009

Walter Rens: "Siempre voy a estar agradecido a la gente"

¿Cómo ves la localidad hoy?
Sinceramente no la veo bien. A mi no me interesa salir a criticar por criticar, yo que estuve adentro sé que no es fácil llevar adelante una gestión. Pero como vecino no me gusta como están las cosas. Cuando veo lo que vivimos en Claromecó hoy, me dan ganas de decirle a la gente que si la localidad estaba en estas condiciones cuando yo era delegado, entonces, le tengo que pedir disculpas, porque yo no lo veía. Sin embargo, a pesar de que se ven tantas falencias, parece que los medios no reflejan la realidad. En otro momento, algunos medios estaban buscando cada detalle para criticar. Y ahora, si te ponés a mirar lo que informan, parece que estuviera todo bien, y yo creo que los que vivimos en Claromecó sabemos que no es así. Yo creo que si algo está mal, está mal siempre, no cambia porque cambie la cara del que está al frente.
¿A pesar de eso podés ver algunas cosas positivas de esta gestión?
Si, sin dudas, hay un montón de cosas positivas, la cobertura de tres médicos en la sala, nunca se había logrado. La construcción del hospitalito, de la nueva Terminal, la pala cargadora. Hay cosas buenas que se hicieron y que hay que reconocerlas
¿Cómo ves la situación del Consejo Asesor?
A mí me parece que así, como está funcionando ahora, no sirve. No porque el mismo Consejo trabaje mal, sino porque como están planteadas las cosas, no ha podido desarrollar su actividad. El Consejo debería ser un cargo rentado, con posibilidad de tomar decisiones. Debería existir un asesor que se especialice en cada cosa. Podría haber uno para salud, para educación, etc. Pero que fuera un cargo rentado y con responsabilidades claras. Hoy por hoy, el consejo asesora, pero si se cometen errores, el que debe responde con su patrimonio es el Delegado.
¿Y con respecto a la Delegación?
El cargo de Delegado Director tendría que ser electo. Ya se sabe que la Ley Orgánica de las Municipalidades indica que al delegado lo elige el Intendente. Pero está visto que esta manera de elegir los delegados no sirve. Porque la gente no se identifica con una persona que está puesta a dedo por la autoridad municipal. Si existiera voluntad, podría articularse alguna forma de consulta a la comunidad para que el que tenga que asumir lo haga con el consenso de los vecinos. La duración del cargo debería ser de cuatro años. Los dos años que tenemos hoy, no alcanzan para planificar y poder ejecutar un plan de trabajo serio. Como en cualquier actividad, cuando empezás, tenés cosas que aprender. Pero con estos tiempos que se manejan en las delegaciones, cuando empezás a aprender, ya te tenés que ir. Y tampoco dentro de esos dos años hay estabilidad porque todo depende de la voluntad del Intendente.
¿Cómo te parece que puede manejar eso el delegado?
El delegado, por más delegado que sea, y aunque esté puesto por el Intendente, tiene que luchar por Claromecó y por lo que él sabe que es bueno para la localidad. Y si por defender a Claromecó tiene que enfrentarse al Intendente, entonces que lo haga. Porque la gente va a respaldar a ese delegado.
Cómo quedó tu relación con el Intendente después de tu salida de la delegación?
No volví a hablar con Carlos Sanchez desde el día en que informó que no había lugar para mí en el OD. Él me había pedido que lo ayudara a buscar una persona para la delegación, porque yo iba a ocupar otro cargo, iba a trabajar al lado de esa persona. Pero después de presentarla y de ponerla al día con respecto a la forma de trabajo, el Intendente me informó que no iba a darme ese espacio. A partir de ahí nunca más volvía a hablar con él
¿Por qué creés que actuó de esa manera?
Porque tuvo presiones políticas. Porque hubo gente que se dedicó a hablar de mí, al oído del Intendente. No se sabe qué beneficios esperaban tener..
¿Cómo ves la situación local a nivel social?
Creo que la situación en Claromecó escapa a la realidad del país. Se sabe que hay casos particulares, pero son los menos. En esas situaciones se actúa puntualmente porque hay una necesidad y ahí le corresponde al Estado ocuparse de acercar a esas familias lo que necesiten. Pero en la mayoría de la población, no vemos estos problemas.
Uno de los problemas más grandes que había era el déficit en las viviendas, en parte se solucionó con el último plan federal, y ahora se van a hacer otras casas más. Eso va a aportar mucho.
¿Cómo ves a las instituciones hoy?
Dentro de las instituciones hay mucha gente trabajando, creo que hay que valorar ese trabajo y que hay que canalizar los esfuerzos que se hagan porque de eso depende el bienestar de la gente. Hoy por hoy vemos casos como el del ISC, que debió cambiar su sistema de calefacción porque no había cómo sostenerlo. En otro momento se les entregaba gasoil desde la delegación y esa ayuda aliviaba muchos problemas. No sé qué pasará ahora. Porque siempre se pueden achicar gastos para darle prioridad a este tipo de cosas. Por dar un ejemplo, cuando hay tantas cosas por hacer y se compra una camioneta como la que se compró, yo sentí que era una tomada de pelo. Cuando la que teníamos servía y no es cierto que no fuera patrimonio del OD. Te lo puedo asegurar porque yo estuve cuando se ingresó y si cualquiera se pone a buscar el inventario esa camioneta tiene que estar. Sin embargo salieron a decir que no era nuestra y la mandaron a Reta. A cambio gastamos un montón de plata cuando hay tantas cosas que faltan hacer, y que son de verdad importantes, como esto del secundario.
Otras instituciones también acuden a pedir ayuda, porque a pesar de los esfuerzos, sostener una institución hoy en día, sólo con el apoyo de particulares, es muy difícil.
¿Se te ocurre algún tipo de solución?
Me parece que algunas instituciones, como el Secundario o el Jardín de Infantes, deberían depender del Estado. Porque es mucho más fácil gestionar y administrar desde una cooperadora el dinero que viene desde el Estado a tener que mantener una Institución, con todos los gastos que genera. Solamente desde infraestructura se pueden hacer proyectos. Esto no quiere decir que el Estado te solucione todo. Sabemos que si no fuera por las cooperadoras en las escuelas faltarían muchas cosas. Sin embargo, el alivio económico sería muy grande. Sé que no es fácil porque está el personal de por medio, pero hay que buscarle la vuelta y tener en cuenta las prioridades, porque eso significaría una solución permanente.
¿Pensás que si nunca hubieras sido delegado, ahora a lo mejor tendrías tu trabajo en la delgación? ¿Cómo te sentís con eso?
La primera vez que me propusieron ser delegado, lo acepté porque para mí era un gran desafío. Yo tenía 22 años, y tenía a mi cargo empleados de 60. Yo, como cualquiera, puedo cometer errores, pero siempre valoré a la gente. Nunca se perjudicó un empleado por el solo hecho de perjudicarlo. A mí me encantaba mi trabajo.
Después de que me fui de la delegación, en el primer gobierno de Sanchez, volví a la planta permanente y en cuanto asumió el delegado nuevo, me sacó del puesto en el que yo estaba y me mandó al vivero. Pasé de ser delegado a juntar ramas por el capricho de una persona. Y no es que me parezca mal juntar ramas, si hay que hacerlo lo hago. Pero yo venía de una experiencia en gestión y tenía conocimientos que se hubieran aprovechado en el cargo que tenía antes. Lamentablemente, esto se hizo con mala intención. Por eso renuncié a mi trabajo, porque me pareció una humillación y yo no me lo merecía. Ese retiro voluntario es el que me impide hoy trabajar como empleado, pero como te dije antes, si la voluntad de darme un lugar en el OD estuviera, se podría encontrar la forma. Más allá de eso, no me arrepiento de haber sido delegado
¿Volverías a ser Delegado?
No, si me lo preguntás hoy, yo creo que no. Prefiero mil veces trabajar como empleado municipal, mejorando las condiciones de vida de quien lo necesite, llevando ayuda a una persona carenciada o cortando leña para alguien que lo necesite. A mi no me interesa ocupar un cargo político, no me gusta andar de traje y me aburren las reuniones interminables a las que tenés que ir. Además es un ambiente que está lleno de hipocresía y de falsedad. Tampoco tenés estabilidad laboral, yo tengo una familia, y de un día para otro me quedé sin trabajo, sin perspectivas, porque lo que se suponía que yo iba a hacer, se cortó de un día para otro. Si te fijás, no me hice millonario siendo delegado, tengo lo que tuve siempre y desde que salí de la delegación, pasé por varios trabajos. Sin embargo, a pesar de todo yo soy un agradecido de Claromecó, de la gente de Claromecó que siempre me apoyó y estuvo conmigo. El respaldo que yo tuve de la comunidad, eso no tiene precio. La comunidad me dio mucho y por eso siempre voy a estar agradecido.

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